Desde la revolución tecnológica de finales de los 90 en muchos sectores empezaron a cambiar los sistemas de producción, distribución y comercialización de los productos, cambiando así, la forma de consumo.
El cambio la relación entre consumidor y producto actualmente pasa en muchos casos, por la pantalla de un ordenador, tablet o teléfono móvil. Este cambio por un lado, ha facilitado el acercamiento de la cultura a muchos sectores, e incluso ha ampliado el acceso a múltiples forma de cultura y de estilos, que de otra forma, no podríamos haber disfrutado.
Sin embargo, por otro lado, no sólo ha variado la forma de consumo sino también el objetivo de dicho consumo; ¿Consumimos cultura de usar y tirar? Muchos dirían que la siguiente frase resume la necesidad de estar al día que guía nuestra conducta consumista actual: “El consumo, nos consume”.
Por lo tanto, no solo se modifica la forma, sino también la cantidad, es decir, las nuevas tecnologías nos abren el camino a más información, pero a una información presentada de forma visual y rápida, esto unido a “las prisas” de vida actual, nos deja poco tiempo para el análisis, es decir, pararse, dudar de lo que nos dicen y elegir nuestra propia opinión de forma crítica, es el paso que los expertos echan en falta en los jóvenes de hoy.
Actualmente la cantidad y la calidad de información que consumimos pueden definirnos como persona, y además parece que se necesita consumir y aparecer como producto. Se crea una relación en cierta forma dependiente, que nos da una falsa identidad y que puede acercarnos a un autoconcepto irreal y manejable según lo que diga u opinen otros.
Muchos expertos afirman que no es cuestión de qué es cultura y de qué no, sino del análisis que se haga de lo que hemos consumido y que dicho análisis sea crítico y conlleve un cambio interno.
En este vídeo hemos querido explorar junto con profesionales de la cultura las interconexiones sociales, culturales y tecnológicas que tan fuertes son en la sociedad actual. Esto deja en el aire varias preguntas; ¿consumimos cultura de usar y tirar?, ¿Consumimos lo que nos gusta o lo que la masa dice?, ¿Tenemos criterio?…
Nos gustaría conocer tu opinión a todas estas cuestiones, y si tienes alguna más que añadir, no dudes en dejarnos tu comentario.