El conflicto, es un término que desde varios cursos hemos desarrollado desde divulgación dinámica formación y puede definirse de muchas maneras; desde las personas a las que implica, la intensidad con la que se manifiesta o desde su expresión más o menos observable. Así;
- según el número de personas implicadas podemos encontrar conflictos personales o intrapersonales, conflictos grupales, familiares, internacionales…,
- según la intensidad el conflicto puede definirse como un roce o llegar a considerarse una crisis, o finalmente,
- según la percepción de los implicados, podemos encontrar como se diferencia entre conflictos latentes o manifiestos.
Lo que sí queda claro, y así está reflejado en todas las menciones sobre el conflicto en nuestra página web (www.divulgaciondinamica.es), es que el conflicto es un estado de discordancia entre dos o más personas o actores, causado por una oposición de necesidades, valores o intereses reales o aparentes.
Es verdad que desde la propia definición formal del término conflicto hay una evidente connotación negativa que lo envuelve, por lo que, para muchos un conflicto es sinónimo de pelea, lucha, combate… este punto de vista conlleva que haya una parte que pierde y otra que gana.
Sin embargo, y tal y como reflejamos en el área de Mediación de nuestra biblioteca virtual hay otras tendencias que sostienen que el conflicto más que negativo, según como se gestione, puede llegar a ser beneficioso. De hecho, ofrece la oportunidad de abrir espacios de reflexión, mejorar la comunicación, desarrollar canales de solución, renovación de la relación entre las partes… que pueden darse en distintos ámbitos de la sociedad y la vida familiar.
Sea como sea, el conflicto, confrontación o situación disfuncional es realmente algo inevitable e inherente a la interacción humana y natural en la vida de cualquier comunidad. De esta forma, el problema no es que exista un conflicto, sino que el problema radica en las herramientas y las habilidades con las que se afronta dicho conflicto.
Así, si atendemos a los posibles elementos positivos de un conflicto, podemos encontrar que:
- Estimula el cambio, el crecimiento o el desarrollo personal o social
- Plantea retos y fomenta la competitividad
- Puede despertar curiosidad y la creatividad, actuando como motor de pensamiento.
- Puede servir para profundiza o desarrollar relaciones, abordando temas fundamentales que, de otra manera se habrían ignorado.
- Permite el tratamiento de temas en su complejidad y multi-dimensionalidad, resolviendo divergencias perceptivas.
Desde la mediación familiar se presta una atención especial al conflicto desde un punto de vista constructivo ya que, es la materia sobre la que se trabaja de forma integral con la familia. A continuación os dejamos este vídeo, donde desde la perspectiva de la mediación familiar se puede comprobar cómo los conflictos familiares, también son un claro reflejo de los cambios en la sociedad.
No obstante, podéis ampliar esta información accediendo a nuestra página web www.divulgaciondinamica.es