Cuando hablamos del concepto atención temprana se abre un amplio campo que engloban una serie de medidas, tratamientos y programas dedicados a la primera infancia de niños y niñas con trastornos del desarrollo o riesgo de padecerlos.
Según el Libro Blanco de la Atención temprana (2000), esta materia podría definirse como:
“El conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.”
Ámbito de intervención de la Atención Temprana
De la anterior definición debemos hacer parada en dos puntos, primero en el ámbito de intervención “población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno”, es decir, intervenir en atención temprana no es un mero sistema de rehabilitación o estimulación del niño o la niña, sino que debe contemplarse mucho más allá, es un conjunto de medidas (psicológicas, educativas y de apoyo) que permiten la integración de los infantes en su entorno, es la creación de contextos donde el o la menor pueda interactuar con normalidad y en condiciones óptimas.
Manual de Buenas Prácticas de la Atención Temprana
En el “Manual de Buenas Prácticas de la Atención Temprana” creado por FEAPS (Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual) se considera el objeto de intervención de la atención temprana como un aspecto tridimensional.
Y en segundo lugar, hacemos hincapié en “equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”. Esto quiere decir que el equipo de personas profesionales que atiendan en atención temprana debe estar formado por diferentes disciplinas del ámbito de la salud, la educación y la intervención social.
Hablar de atención temprana también implica hablar de plasticidad del sistema nervioso central. Durante la primera infancia el sistema nervioso central es muy plástico, es decir, existe posibilidad de modificación de las conexiones ya establecidas.
Por este motivo una intervención cognitiva temprana produce una gran oportunidad de mejoría para el futuro del individuo y para una correcta adaptación al entorno, oportunidad que va decreciendo con el tiempo.
Objetivos de la Atención Temprana
El objetivo general de la atención temprana es que aquellas niñas y niños que presentan un trastorno del desarrollo o poseen riesgo de padecerlo reciban una atención a través de la intervención del problema (si ya lo hubiese) y la prevención de los mismos.
Este objetivo general puede concretarse a su vez en diferentes objetivos específicos, que son los siguientes:
• Reducir los efectos y consecuencias de los déficits y deficiencias del niño o la niña en su entorno global.
• Optimizar en la medida de lo posible el desarrollo de todas las áreas del o la menor.
• Aportar medidas de adaptación y compensación al entorno para las necesidades del niño/a.
• Evitar o minimizar los efectos secundarios de una situación de riesgo o un trastorno.
• Atender las necesidades de la familia y proporcionarles información a la misma. Así como, fomentar las capacidades y competencias de la misma ante el desarrollo del niño o niña.
• Considerar al niño o a la niña un sujeto activo de la intervención.
• Planificar acciones de intervención para coordinar a los diferentes ámbitos (social, educativo, familiar y personal).
Principios básicos de la Atención Temprana
En la atención temprana se contemplan seis principios básicos, que están recogidos en el Libro Blanco de la Atención Temprana y son los siguientes:
1. Diálogo, integración y participación
La integración con la escuela, la familia y en general todo el entorno social del niño o la niña se hace esencial para un correcto desarrollo de la intervención.
Es primordial que se de interacción con la familia, hay que hacerles partícipes de absolutamente todas las decisiones que se tomen sobre la actuación llevada a cabo con el o la menor, informarles del desarrollo y fomentar la expresión de necesidades y sentimientos suscitados por la situación.
2. Gratuidad, universalidad e igualdad de oportunidades, responsabilidad pública
La atención temprana por sus propios principios debe ser de carácter gratuito, así como debe proporcionar la integración necesaria en el medio, ya que, el poseer una discapacidad o un trastorno implica un alto riesgo de discriminación, es este también motivo por el cual hay que fomentar la igualdad de oportunidades y establecimiento de unas condiciones familiares y sociales favorables.
3. Interdisciplinariedad y alta cualificación profesional
Además de que el equipo de profesionales este compuesto por diferentes disciplinas, es importante que este equipo tenga una especialización específica en el sector de la atención temprana.
4. Coordinación
Es necesario tener una buena coordinación entre todos los sectores que rodean al individuo, escuela, familia, centros privados, centros públicos, etc. manteniendo así un buen círculo de información para óptimo desarrollo de la intervención.
5. Descentralización
Este principio explica que debe establecerse un sistema organizado en torno a las necesidades que pueda presentar la familia, incluyendo el servicio a domicilio si fuera necesario. Esto debe implicar la inclusión de la atención temprana en los servicios de salud de atención primaria, en los servicios sociales, en la escuela, etc.
6. Sectorización
Necesidad de limitar el campo de actuación.
Puntos comunes de los modelos de Atención Temprana
Por último, deben considerarse una serie de puntos que deben estar en común en todos los modelos de atención temprana.
• El niño o la niña debe ser considerado un sujeto activo de la intervención que está implicado y se esfuerza en su proceso de aprendizaje.
• El aprendizaje debe producirse dentro de lo posible en un contexto natural, ya que las situaciones diarias a las que pueda enfrentarse le ofrecerán grandes posibilidades de estimulación, consiguiendo así un aprendizaje significativo.
• Las actividades utilizadas deben ser motivadoras y funcionales para su rutina y vida diaria. Como reforzadores se utilizarán en la medida de lo posible los naturales.
• Fomentar un vínculo de apoyo gratificante con sus figuras de apego.
• Considerar a la familia como parte de la intervención, manteniendo una influencia positiva bidireccional de la relación entre ambas partes.
En resumen, la atención temprana debe atender todas las necesidades de niños y niñas con problemas en su desarrollo o con riesgo de padecerlos para que puedan adaptarse sin dificultades al medio que le rodea interviniendo así también con la familia y el entorno social más cercano.
La atención temprana es intervención y prevención a la vez, siendo el sujeto una parte activa del proceso.
La tendencia actual es que los niños/as con algún tipo de dificultad tengan las mismas oportunidades dentro del mismo contexto educativo que el resto de alumnos/as. Nos gustaría conocer tu opinión al respecto.