La programación didáctica (también llamada programación docente o programación de aula) es el proceso que el formador, individualmente o en equipo, lleva a cabo para establecer las pautas de actuación de una actividad formativa (ya sea un módulo, un curso o una sesión de clase).
Se trata de una de las principales funciones docentes y supone responder a una serie de preguntas tales como:
- ¿Qué aprendizajes se consideran imprescindibles?
- ¿Qué les interesa o les puede interesar a los participantes?
- ¿Cuáles son las estrategias que se utilizaran para lograr el aprendizaje?
- ¿Cuánto tiempo y qué materiales serán necesarios?
- ¿De qué forma se evaluaran los resultados?
Lo que permitirá planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje que se desarrollará evitando actuaciones improvisadas y poco coherentes.
Características de la Programación Didáctica
En la programación didáctica destacan las siguientes características:
Concreción-Utilidad
La programación didáctica debe ser un recurso o instrumento útil para el docente y para el desarrollo de la acción formativa, concretando los principios que aparecen definidos en el Plan de formación.
Así, a diferencia de otros niveles de planificación, es necesario que la programación sea viable, que se ajuste al tiempo y a los recursos o espacios disponibles, que las actividades que se programen puedan ser llevadas a cabo por los participantes y por el propio formador,…
En este sentido, la experiencia del formador y la revisión de la propia práctica son los referentes fundamentales para asegurar una programación útil.
Flexibilidad
Aparentemente contradictoria con el hecho de que la programación docente concrete los niveles superiores de planificación, ésta debe entenderse como un plan de actuación abierto que debe ser revisado durante el proceso de enseñanza-aprendizaje permitiendo introducir modificaciones o cambios.
Por tanto, la programación didáctica debe incluir instrumentos de retroalimentación y actuaciones alternativas.
Lo importante en la programación es que esta se haga, independientemente del formato que se utilice ya que es indispensable prever de antemano qué van a hacer los participantes, preparar el material que se va a utilizar y previstas la actividades a realizar. No pueden quedar las acciones de formación a la improvisación del momento o a la mayor o menor habilidad o “inspiración” del formador.
Aunque se parte de la base de que todo formador diseña previamente su acción formativa, la importancia de la programación de aula para una formación eficaz y rentable a los objetivos organizacionales requiere una programación explícita, sistemática y formal.
Es necesario tener en cuenta que la programación de aula tiene que estar íntimamente relacionada con otros niveles de planificación pues viene a ser el desarrollo de cada uno de los objetivos y contenidos de aquellas, pero de una forma más concreta y para un corto espacio de tiempo.
Así, aunque cada programación es única, los elementos fundamentales suelen ser siempre los mismos:
- Objetivos
- Contenidos
- Actividades
- Recursos
- Calendario de actuación o Temporalización
- Evaluación
Fases de la Planificación Docente de Acciones Formativas
Por lo que respecta a las fases, estas resultan de responder a las siguientes cuestiones básicas: ¿Para qué? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Con qué? y ¿Cuándo? y sin perder nunca de vista quienes van a ser los destinatarios del proceso.
Las fases para la planificación docente de acciones formativas son:
1. Identificar y analizar el contexto donde se ubica la propuesta de acción formativa
Una de las condiciones que aseguran en gran parte la eficacia del proceso de enseñanza-aprendizaje es conocer tanto el contexto donde se van a desarrollar las acciones formativas como las personas que van a participar en la misma.
Una programación didáctica no se puede concebir sin tener en cuenta las competencias laborales a las que debe responder y que deberán estar predefinidas en el plan de formación de la organización, que deberá ser tenido en cuenta ya que las acciones formativas serán concreciones del mismo. Igualmente se deberá conocer el número y perfil profesional y profesional de los participantes, así como la formación y experiencia previa en aspectos relacionados con la acción formativa.
Complementario a este análisis se puede llevar a cabo un diagnóstico participativo, es decir, contar con el propio alumnado para conocer la situación tal y como la aprecian los propios participantes y detectar expectativas, rechazos, intereses… que permitan ajustar el proceso enseñanza-aprendizaje.
2. Determinar los objetivos de la propuesta formativa
Los objetivos son aquellas metas que queremos adquieran los participantes al finalizar la acción formativa. Se diseñan al inicio de la programación didáctica y serán concreción de los objetivos competenciales del Plan de Formación. Cumplen tres funciones esenciales:
a) Servir de guía a los contenidos, metodología, recursos y actividades de aprendizaje
b) Proporcionar criterios para el control de la actividad formativa, criterios de evaluación
c) Informar a los participantes de lo que se pretende enseñar y deberán aprender
3. Seleccionar y organizar los contenidos formativos
Se organizan, junto con los objetivos, al inicio del curso. Hacen referencia a la siguiente pregunta: “¿Qué competencia profesional quiero que alcancen los participantes?”
Esta pregunta se puede desglosar en:
a) ¿Qué quiero dar a conocer en mi acción formativa? Se refiere a los conocimientos teóricos: hechos, ejemplos y actividades prácticas.
b) ¿Qué quiero que sepan hacer mis alumnos? Se refiere al nivel de aplicación de determinados contenidos, dominio práctico.
Es importante realizar una selección que se adapte a las necesidades, no sobrecargar de datos innecesarios, seleccionando lo actual y útil de cara al futuro.
Para la programación didáctica es útil tener en cuenta la presentación de los contenidos. Debe partir de lo concreto para llegar a lo abstracto, empezar con lo fácil para terminar con lo difícil, iniciar el aprendizaje en lo conocido para concluirlo en lo desconocido y enseñar sólo una cosa a la vez, agrupando contenidos por sesiones con el fin de no ofrecerlos dispersos.
4. Diseñar la metodología
Determinar las modalidades, es decir, las maneras distintas de organizar y llevar a cabo los procesos de enseñanza-aprendizaje (módulos, seminarios, talleres,..) y los métodos o formas de proceder para desarrollar la actividad docente (clase magistral, estudio de casos, resolución de problemas, aprendizaje orientado a proyectos,…)
Seleccionar y organizar las distintas actividades. Habitualmente la planificación docente de las actividades se realiza según finalidad: actividades de introducción-motivación, actividades de conocimientos previos, actividades de desarrollo y práctica y actividades de consolidación o transferencia.
Seleccionar y determinar los recursos y materiales didácticos necesarios. Los recursos serán seleccionados en base al objetivo propuesto y teniendo en cuenta criterios técnicos y pedagógicos.
Concretar la temporalización. Al mismo tiempo que se definen las estrategias metodológicas y se diseñan las actividades y los recursos necesarios, se organizan los tiempos previsibles concretando la duración de la menor de las tareas que haya de realizarse. Al temporalizar las actividades programados suele ser habitual que el tiempo previsto para las actividades programadas sea mayor que el tiempo asignado lo que implica alargar la actividad formativa (no suele ser posible) o planificar actividades alternativas que sean posible de llevar acabo en el tiempo previsto.
5. Diseñar las estrategias evaluativas acordes al modelo docente planificado
La evaluación se puede proponer para las diferentes actividades formativas o de forma global para toda la acción formativa. Se deben establecer tanto los criterios como las técnicas de evaluación que permitan conocer en qué medida las capacidades previstas a desarrollar en los participantes han sido adquiridas.
Todos en algún momento hemos pasado por algún proceso formativo o incluso puede que hayamos tenido que organizar alguna sesión formativa, para lo cual, la programación docente es una herramienta de utilidad. Nos gustaría conocer tu opinión al respecto y qué aspectos de la programación didáctica te parecen más funcionales.