¿Sabes cuál es la definición de Inteligencia Emocional? ¿Sabrías diferenciar la Inteligencia Emocional de la Competencia Emocional y de la Educación Emocional o mezclas los términos?
La confusión entre estos conceptos es habitual ya que se han incorporado a la práctica profesional desde hace relativamente poco tiempo, no obstante como material teórico cuenta con más recorrido. Para tratar de aclarar los tres términos vamos a tratarlos por separado y a plantear las diferencias que presentan entre ellos.
La inteligencia emocional (IE) es una entidad hipotética, que pertenece al campo de la Psicología creado por Salovey y Mayer en 1990 y popularizado a raíz del best sellers “Inteligencia Emocional” de Goleman en 1995 y que complementa la definición tradicional de inteligencia como capacidad para escoger las mejores opciones en la búsqueda de una solución.
Inteligencia emocional es potencialidad que, por sí sola, es incapaz de determinar las competencias emocionales, ya que estas dependen en gran medida de la estimulación del ambiente para manifestarse.
Definición de Competencia Emocional
La competencia emocional es definida como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes relacionadas con las vivencias emocionales, necesarias para realizar actividades diversas con un cierto nivel de calidad y eficacia.
Diferencias entre competencia emocional e inteligencia emocional
A diferencia de la inteligencia emocional, las competencias emocionales se centran en la interacción entre la persona y su ambiente y por lo tanto, en su desarrollo y aprendizaje. Las competencias emocionales tienen unas aplicaciones educativas (proceso de enseñanza-aprendizaje) inmediatas.
La competencia emocional es una capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un desempeño sobresaliente, es decir, hasta qué punto se ha sabido trasladar el potencial de inteligencia emocional al ámbito práctico.
Definición de Educación Emocional
La educación emocional pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales, como elemento indispensable del desarrollo cognitivo, a fin de lograr su objetivo primordial, el desarrollo integral de la persona. Como práctica innovadora dentro de la educación formal, la educación emocional trata de dar respuesta a las necesidades emocionales, personales y sociales que no son atendidas desde un modelo de educación centrada en el desarrollo técnico y cognitivo.
Al igual que el concepto genérico de inteligencia, el concepto de Inteligencia Emocional ha sido definido de diferentes formas. Inicialmente formulado por Mayer y Salovey, fue popularizado por el libro de Goleman, best-seller que cuestionaba los clásicos conceptos de éxito, capacidad y talento, afirmando que la excesiva importancia que siempre se le había concedido al cociente intelectual para clasificar a las personas en más o menos inteligentes era poco útil para predecir el futuro.
Así, la IE, que inicialmente surge en el ámbito científico en relación a las investigaciones sobre inteligencia y diferencias individuales, a partir del libro de Goleman se convierte en un concepto popular, alejándose del ámbito estrictamente científico y comienza a reunir en sus definiciones todas aquellas características personales positivas que no son el Cociente Intelectual, por ejemplo características relacionadas con la personalidad, las motivaciones, las habilidades sociales, las actitudes,…
En el campo Educativo, la Educación Emocional cuenta con unos objetivos y funciones que favorecen el proceso didáctico como os mostrábamos en nuestro anterior post: “El papel de la Educación Emocional en el proceso educativo ”.
Definición de Inteligencia Emocional
Existen diversas definiciones de Inteligencia Emocional, casi tantas como autores:
- “Habilidad para comprender y dirigir a las personas y actuar sabiamente en las relaciones humanas” (Throndike, 1920).
- “Potencial biopsicológico para procesar información que puede generarse en el contexto cultural para resolver los problemas”. (Gardner,1993).
- “Es la capacidad de comprender emociones y conducirlas, de tal manera que podamos utilizarlas para guiar nuestra conducta y nuestros procesos de pensamiento para producir mejores resultados. Incluye auto-control, entusiasmo, persistencia, y la habilidad para motivarse a uno mismo” (Daniel Goleman, 1995).
- “Conjunto de capacidades, competencias y habilidades no cognitivas que influencian la habilidad propia de tener éxito al afrontar aspectos del medio ambiente” (Bar-On, 1997).
- “Conjunto de habilidades que explican las diferencias individuales en el modo de percibir y comprender nuestras emociones. Más formalmente, es la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento, para comprender emociones y razonar emocionalmente, y finalmente la habilidad para regular emociones propias y ajenas” (Mayer y Salovey, 1997).
- “La inteligencia emocional es el uso inteligente de las emociones” (Weisinger, 1998).
De todas las definiciones, se entiende que la inteligencia emocional es la capacidad que tiene el individuo de adaptarse e interaccionar con el entorno a raíz de sus propias emociones.
Competencia Emocional: concepto y características
La inteligencia emocional determinará, por tanto, la capacidad potencial de aprendizaje de las habilidades prácticas (competencias), aunque el hecho de poseer una elevada inteligencia emocional no garantiza que la persona haya aprendido las competencias necesarias para un mejor desarrollo, sino que está dotado para desarrollarlas.
Competencia: Capacidad para movilizar adecuadamente un conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con un cierto nivel de calidad y eficacia.
En el concepto de Competencia Emocional destacan las siguientes características:
- El concepto de competencia emocional es aplicable a las personas tanto de forma individual como de forma grupal.
- Las competencias son indisociables de la noción de desarrollo y de aprendizaje continuo, por lo tanto, están unidas a la experiencia. En general, las competencias siempre se pueden mejorar.
- Implica unos conocimientos (saberes), unas habilidades (saber-hacer) y unas actitudes y conductas (saber estar y saber ser) integrados entre sí.
- Se inscriben en un contexto o ámbito determinado que posee unos referentes de eficacia y que cuestionan su transferibilidad, es decir, una persona puede manifestar una competencia en un área concreta y en un determinado contexto y en otro no, por ejemplo competencias sociales con sus compañeros y puede comportarse de forma incompetente con personas extrañas.
Por su parte, y al igual que ocurría con la conceptualización de la inteligencia emocional, las habilidades o competencias integrantes de la misma dependen de los diferentes modelos teóricos propuestos y, por tanto, son numerosas y diversificadas, así, existen modelos donde se incluyen rasgos de personalidad como por ejemplo el control del impulso, la motivación, la confianza y/o la persistencia y otros modelos que no incluyen los factores de personalidad.
Esperamos haber ayudado a precisar el concepto de Inteligencia Emocional y sus diferencias con la Competencia Emocional y la Educación Emocional. Si has llegado hasta aquí y quieres compartir tus impresiones, dudas o proponernos alguna aclaración, deja tu comentario a continuación.
4 respuestas
Excelente aportación.
Funciona muchísimo para las cuestiones laborales
Me gusto mucho el resumen que se hizo de estos conceptos, creo que se tomo de los apuntes de competencia emocional, de Rafael Bisquerra y Núria Perez, pero solo no he podido encontrar de forma clara, la definición de inteligencia emocional, ya que sólo se hace referencia a la diferencia de competencia emocional, todo lo demás esta muy claro.
gracias por la información
Gracias por la información, me gustaría saber la autora para poder citar.