Empoderar a la comunidad no es sólo una medida de protección sino que es una forma de facilitar herramientas y habilidades a un colectivo en riesgo de exclusión en la gran mayoría de las veces, para que pueda gestionar sus propios conflictos de forma efectiva.
Por lo tanto desde este punto de vista, la mediación no centra su objetivo solo en el conflicto como pudimos ver en nuestro Documento DDF “Mediación; el conflicto, la posibilidad del cambio” sino en las posibilidades de resolución del mismo. Es decir, se centra en la mejora de las relaciones, la aceptación de los distintos puntos de vista, el aprendizaje de la gestión de las diferencias…
Es muy importante tener en cuenta que los objetivos son globales y no individuales, no hay intereses de algunos por encima del interés general que es potenciar el cambio social mediante la generación de una identidad común que estimula la convivencia social, al igual que ocurre en nuestro anterior Documento DDF “Mediación: Un espacio entre culturas”
Así, desde el punto de vista preventivo de la mediación comunitaria se desarrolla, de forma continua en el tiempo, una diversidad de actividades: acciones de sensibilización, formación, entrenamiento en habilidades de resolución de conflictos, identificación del conflicto…
Atendiendo a que el conflicto es inevitable, ya que es algo inherente al ser humano, desarrollar ciertas habilidades, ayudarán a gestionar de manera más eficiente y ágil el conflicto si este se manifiesta finalmente. Además, lo hará con una orientación consciente a prevenir la manifestación abierta de conflictos comunitarios.
Os presentamos un nuevo documento DDF donde mediante el empoderamiento de las mujeres del Polígono Sur de Sevilla, más concretamente del barrio de las tres mil viviendas, se trabaja para proporcionar a la comunidad las herramientas necesarias para que puedan desarrollar su camino sin tener la opresión del estereotipo que persigue al barrio en el que viven.