La imagen personal nunca había estado tan en boga más allá de los cánones sociales. Así, y desde las sociedades más primarias, a mujeres y hombres se les educa para que sepan cómo deben y cómo no deben presentarse en sociedad, creando así una imagen, cuyas características nos hacen hablar del concepto de imagen personal.
Definición de imagen personal
De esta manera, podemos definir la imagen personal como la identidad que, a través de su indumentaria y cuidado de sus rasgos físicos, la persona construye de sí misma para presentarse en sociedad como prolongación de su papel en la sociedad, de su manera de ser, de comportarse, de vivir y de todos los rasgos de su personalidad.
De hecho en función de la imagen personal que se prestara, durante siglos la sociedad se ha segmentado en estamentos, en los que la forma de presentarse en público, con detalles de vestimenta, peluquería y hasta color de tez o piel, marcaban el rango o posicionamiento social del individuo, siendo determinante incluso, en su realización personal y ya no digamos crecimiento socio-profesional.
Durante siglos, primero la corte de las monarquías absolutistas, y luego las clases burguesas y acomodadas empleaban guantes para preservar sus manos, con el fin de que siempre estuvieran suaves y tiernas, sin curtir por el sol, señal de que no realizaban trabajos físicos y, por ende, de su posición en la sociedad.
También existía la misma obsesión con el tono de la piel del rosto, en Versalles se puso de moda el maquillaje blanquecino entre los miembros de la corte, e inclusive las damas, desde entonces, empezaron a emplear sombrillas o parasoles para evitar cualquier tipo de sometimiento a las inclemencias solares, siempre persiguiendo como objetivo un mantenimiento riguroso de su imagen personal y, por tanto, de su peso social.
Esta costumbre, incluso llega a nuestros días en las sociedades asiáticas, que desde sus épocas más primarias, teñían sus rostros, especialmente las mujeres, con polvo de arroz, para preservar su frescura y lozanía, y a su vez alejarse de los trabajadores agrícolas, cuyos semblantes lucían siempre tostados por el sol.
Estos son sólo algunos apuntes de lo que la imagen personal ha significado a lo largo de la historia para el individuo, repasemos:
- Imagen social como objeto a educar desde la cuna.
- Vía de extensión de la personalidad del individuo.
- Símbolo de estatus social.
Asimismo, en la actualidad la imagen personal vuelve a adquirir un nuevo valor y un nuevo peso, donde la moda y los cuidados de belleza son parte esencial de este proceso, especialmente en el ámbito femenino y de forma creciente en el masculino, buscando, como relevo de la obsesión por el tono blanquecino de la piel de tiempos pasados, la eterna juventud en el tiempo presente.
Además la imagen personal con la que las mujeres y hombres de hoy en día se presentan en sociedad tiene mucha influencia en lo que de ellos se piense o la proyección personal y profesional que el individuo tenga, influyendo inclusive en el éxito o proyección laboral.
Todo el mundo juzga por la imagen
Todo el mundo juzga por la imagen y además hemos desarrollado la capacidad de hacerlo en escasos segundos sin, en muchos casos, molestarnos en conocer a la persona, ya obtenemos una radiografía instantánea de la misma, sólo por como vaya vestida, peinada o la apariencia cuidada que presente. Y por consiguiente, obtenemos una primera opinión personal que nos invita a acercarnos o no, a esa persona:
- Acercamiento, hemos detectado que la persona tiene una afinidad o conexión con nuestro canon estético y social. Nos gusta su imagen, valoramos su ropa o los accesorios que lleve y por tanto queremos acercarnos a ella porque o bien la consideramos “igual a nosotros” o bien nos admira como “modelo a seguir” y queremos sentirnos cerca y en conexión con aquello que admiramos.
- Alejamiento, hemos detectado que la persona no tiene afinidad o conexión con nuestro canon estético y social. No nos gusta su imagen, valoramos su ropa o sus accesorios en negativo y por tanto queremos huir de ella. En muchos casos por el –qué dirán de quienes nos acompañan, en otros por acto reflejo de nuestro propio ser.
Imagen personal a través de las redes sociales
A esto, se le une que construimos una segunda imagen personal a través de las redes sociales, sobredimensionando el valor en origen de la misma, ofreciendo una concepción dual de ésta.
Proyectamos en las redes sociales los valores más idílicos de nuestra imagen ofreciendo siempre una visión sobredimensionada de nuestra personalidad a través de las imágenes que compartimos.
Retocamos nuestras fotos, calculamos los planos más favorecedores y enseñamos sólo aquella parte de nuestra vida que nos gusta o que creemos que más estima social generará. Y que además medimos a nivel de interacción externa, es decir, con las interacciones en forma de likes que las personas de nuestro entorno, directo e indirecto nos proporcionan.
Y son precisamente esas interacciones de gusto positivo o likes las que refuerzan el valor de nuestra imagen personal y la atención hacia la misma. Ya que a través de dicha imagen, captamos a una audiencia anónima que sigue nuestros pasos en la red, puesto que se identifica o se siente agradado por lo que contamos o mostramos y por cómo lo hacemos. Es en este contexto, en el que el individuo refuerza su sentido de identificación y pertenencia social, fortaleciendo aquellos rasgos de su personalidad que, canalizados a través de la imagen, son capaces de generar el agrado de otros individuos que a su vez se desarrollan personal y socialmente bajo los mismos cánones y comportamientos.
Nos encontramos en un momento en el que la imagen personal cobra más fuerza que nunca, adquiere doble interpretación, la física y la virtual, y no es de extrañar que surja un enorme nicho de mercado laboral en lo que al cuidado de la misma respecta.
La primera impresión hoy día empieza inclusive antes de conocer a la persona “en persona” y es que cada vez son más las empresas que cuando inician un proceso de selección con candidatos a nuevas vacantes, hacen un sondeo previo de los mismos en la red.
Y es más, a veces creemos que conocemos a las personas por la imagen que sobre ellas mismas construyen en sus redes sociales de cabecera, sin ser realmente cierto.
El efecto Halo
La primera impresión resulta indiscutiblemente importante para la persona al desenvolverse en sociedad, y es que la primara visión que tengamos de la misma podrá marcar o condicionar su desarrollo futuro o la relación futura que desarrollemos para con la misma.
Esto es lo que se denomina Efecto Halo, cuya interpretación es el Carat
Este efecto, de carácter cognitivo, y por tanto perceptivo, fue descrito por Edward Thorndike en sus estudios sobre los errores constantes en la calificación psicológica, y aunque hace referencia a ámbitos como el educativo o el político, lo cierto es que adquiere especial valor en la moda en relación a la exposición y disposición a juzgar por la estética que hemos descrito con anterioridad.
En definitiva el cuidado de la imagen personal es importante porque hará que se obtenga un estilo propio, una personalidad y un comportamiento que actúen como ejercicio distintivo en una sociedad donde el cuidado y la proyección que alcanza el valor estético del individuo son esenciales.
Características personales en relación a la imagen personal
Veamos ahora, qué características podemos inferir de una persona en relación a la imagen personal que muestra y al cuidado de la misma:
- La importancia de la imagen personal
Cuando el individuo se presenta ante nosotros podemos observar, en su indumentaria, cuidado facial y capilar, y en su gestualidad la importancia que le da a la imagen personal y hasta qué punto se preocupa por ella. - Su posicionamiento en la sociedad
Las firmas que lleve, el estilo que adquiera, más vanguardista o más clásico, nos va a aportar el posicionamiento social de la persona, en relación a su profesión, a las marcas que use y a la estética que adopte. - Su personalidad
Si la persona tiene una actitud positiva ante la vida, o extrovertida, lo veremos, por ejemplo, en la elección de color que haga de cara a seleccionar sus total looks o sus accesorios. Si de lo contrario, nos encontramos ante alguien tímido, reservado, que se toma demasiado en serio, o cuyo carácter es introvertido, observaremos que sus elecciones son más planas y neutras: para no llamar la atención. - Su estilo de vida
Por ejemplo, si una persona lleva un etilo de vida muy sedentario, generalmente no le dará mucha importancia al aspecto que luzca su ropa y será frecuente verla con looks más informales o descuidados o con prendas muy arrugadas. Sin embargo una persona muy activa, cuidará su imagen personal más o menos pero siempre ofrecerá una versión si mismo más dinámica, y esto se reflejará en aquello que lleve. - Su edad y la aceptación que tenga de sí mismo
En relación a la imagen que se adopte, las personas tienen a proyectar una edad, mayor o menor, y en general y de forma proporcionalmente vinculada, la aceptación que de ésta tienen. - Su grado de exposición en la red
En la medida en la que veamos la importancia que le da a sus dispositivos móviles en relación a sí mismo y al estilo de vida que adopta. - Sus complejos
En la medida en la que siempre intente tapar las cosas que no le gustan de su persona, convirtiendo a veces estos puntos negativos en auténticas obsesiones que llegan a tener un efecto contraproducente ya que, en muchos casos, se consigue focalizar la atención en aquello que se intenta ocultar con ahínco. - La necesidad de complicidad social que requiere la persona
En la medida en la que requiera que constantemente estén refutando o avalando su estilo o su imagen, preguntando e interesándose siempre por ello, o todo lo contrario, sintiéndose profundamente afectados y mostrándose tremendamente sensibles ante cualquier pequeño comentario u objeto de crítica que algún aspecto de su imagen personal pueda generar. - La seguridad que de sí misma tenga la persona
Esto se aprecia tanto en su actitud ante la vida, con sus movimientos, su paso al caminar o sencillamente el tono conversacional y el grado de mirada que emplee en sus distintas interacciones sociales. Además de en la elección de prendas de vestir, colores, la disposición del cabello: si tapa su rostro o no etc. - Autoconocimiento que el ser humano tiene de sí mismo
En relación a su cuerpo, su silueta, sus puntos fuertes y débiles, y los aspectos que resalte, esconda o acentúe. - Su gusto estético
Puede ser dependiente o independiente, en relación a si coincide con las tendencias que marca la sociedad y por lo tanto con los gustos de una colectividad o si, de lo contrario es totalmente opuesto a los usos socialmente aceptados y se desarrolla de una forma original y distintiva. - Comportamiento y comunicación y la importancia que a éstos elementos le da la persona
En relación a su educación y su nivel de exposición social. Hay personas para las que es inadmisible presentarse en público con el cabello sucio o los zapatos machados, hay otras que no. Esta actitud en relación a la imagen personal nos habla del comportamiento social del individuo y sus dotes de comunicación: cómo las emplea, qué importancia le da o que mensaje quiere transmitir con su estética, comportamiento o gestualidad. - El sentido del protocolo y la corrección que la persona posee
En relación a si es consecuente con lo que socialmente se espera de ella en su participación en distintos ámbitos de la vida social de los que en un momento u otro ha de formar parte. - El lenguaje de los accesorios, su conocimiento y la explotación y uso de los mismos que la persona haga.
Le demos más o menos importancia al exterior, es indiscutible que la primera impresión está basada en el aspecto exterior y sobre todo en la imagen personal que se desprenda del estilismo que llevemos puesto, nos gustaría conocer si en alguna ocasión tu estilismo te ha jugado una mala pasada o si por el contrario te ha ayudado a acceder a mejores recursos, ¡no olvides dejarnos tu comentario!
8 respuestas
Tener en mente el cuidar tu cuerpo tanto por dentro como por fuera dice mucho de uno mismo, como lo detallistas y atentos que somos. Igualmente, hay otros aspectos como las machas de nacimiento o varices que dicen otras cosas. Desde https://clinicavasculine.es/ me han ayudado a eliminar una muy fea que tenía en el brazo, y ahora me siento mucho más yo
Hola Divulgacióndinámica!! Es muy interesante y acertado el articulo. Me dedico a estudiar profundamente la imagen personal desde las neurociencias y la psicología. La imagen personal es un mundo gigante. Imagínate que al juzgar la imagen lo hacemos por supervivencia!! así de importante es, y lamentablemente son muy pocos los que lo entienden y se ocupan. Lo que he descubierto es que una imagen personal, podríamos decir de éxito, no es posible sin trabajar antes en el mundo interno de las personas. Por mas que hagamos lo que hagamos por desarrollar la imagen externa, esta corre el riesgo de caer en el tiempo. Primero debemos trabajar en construir nuestra seguridad y confianza, ocupar el lugar que por derecho es nuestro, hacer valer nuestra voz, valores, ideales y mas. Recién ahí, podemos hablar de una imagen de éxito.
Muchas gracias por la información que divulgan.
Un gran abrazo Fernanda de Argentina.
Muchas gracias, Fernanda.
Soy profesora de neurofarmacología de la UACh en Chile y estoy capacitándome en liderazgo femenino. Primera vez que leo esta línea del neurocoaching y me hace tanto sentido!
Tienes un libro publicado?
La imagen personal es un todo. Ser, sentir, hablar y actuar en el respeto por la vida.
Exelente artículo.
¡Muchas gracias! 🙂
Una publicación excelente. La verdad es que la importancia de la imagen personal hoy en día es mucha. Su impacto es los demás no deja indiferente a nadie. Por eso, lo mejor es adquirir ciertos conocimientos para saber qué tipo de imagen es la más correcta para cada tipo de situación, y así, mejorar todo lo posible.
Totalmente de acuerdo contigo SaraStudio! Nos agrada saber que este post te ha gustado y te ha resultado práctico, ¡esa es la intención de nuestros contenidos! 🙂 ¡Muchas Gracias!