Vivimos en un mundo globalizado a la par que competitivo, donde conocer el protocolo y sus normas fundamentales puede significar el éxito en cualquier organización o todo lo contrario. En cualquier situación o lugar, ya sea público o privado, existen una serie de reglas para saber estar y son ellas las que pueden facilitarnos el trato con los demás y llevarnos a una comunicación más formal y mucho más efectiva para cada contexto.
De este modo, conocer las normas protocolarias es clave debido a la necesaria interrelación entre las personas y las instituciones. No obstante, hay que tener en cuenta que a la hora de organizar un acto este se lleva a cabo a través de unas reglas determinadas que hay que conocer y seguir para poder lograr el objetivo que nos hayamos marcado previamente.
¿Cómo organizar un evento?
Determinar el tipo de evento
Saber la titularidad del organizador y el carácter del acto nos ayudará a conocer los medios necesarios para llevarlo a cabo. En este sentido, los eventos pueden ser oficiales, benéficos, deportivos, comerciales, etc.
Conocer el objetivo del acontecimiento
La identificación del objetivo del evento será clave para establecer la estrategia a seguir. Es decir, por mucho que tengamos bien planificado un evento, si no tenemos claro su objetivo principal, no servirá de nada. Además, este aspecto nos ayudará a elegir el lugar y la fecha idóneos, el presupuesto, confeccionar la lista de invitados apropiada y los medios necesarios.
Agradecer la participación
A pesar de que puede parecer un hecho totalmente obvio y darse por incluso sobreentendido, resulta muy importante. Agradecer la participación, la profesionalidad y el patrocinio que nos hayan ayudado con la organización de nuestro evento, es muy recomendable y nos garantizará dejar una buena imagen de cara a la celebración de futuros acontecimientos.
Evaluación final
Posiblemente sea el aspecto más importante de todo el proceso, ya que será de vital importancia para poder realizar posteriormente un análisis en profundidad y comprobar si hemos conseguido nuestro objetivo o no. Nos servirá también como guía para mejorar distintos aspectos en próximos actos.
6 normas básicas de protocolo
Una vez hemos llevado a cabo la organización de nuestro evento, el siguiente paso es saber qué reglas básicas debemos de seguir para saber cómo actuar correctamente.
Mantener la educación
Parece una regla superflua, pero es una de las normas más básicas y que muchas veces se pasa por alto cuando tomamos una cierta confianza inicial con otra persona. La educación, junto al saber estar, son la base del evento.
Saludar a los asistentes
Cualquier persona que haya acudido al lugar del evento, por mayor o menor que sea su rango empresarial, su relevancia social o su celebridad debe sentirse atendida y cuidada a lo largo de la celebración del acto.
Tener una buena actitud comunicativa
Al igual que la educación, la comunicación forma parte de las reglas básicas de protocolo, pues hay que cuidar las expresiones que se utilizan. Es cierto que hay que hablar con todos los asistentes y fomentar el intercambio de opiniones, pero siempre hay que hacerlo con una actitud positiva, formal y contenida para suponer un valor agregado para los implicados.
Conservar una buena postura corporal
A la hora de intercambiar información o de mantener una conversación es muy importante la postura corporal que tengamos, así como mantener la mirada con quien estés hablando. De esta forma, mostraremos nuestro interés y lograremos que nuestros interlocutores se interesen más en nuestro mensaje y en nuestras propuestas.
Causar una buena impresión
Es uno de los objetivos primordiales que cualquier persona quiere transmitir. siempre. Una de las formas más simples y visuales es la vestimenta y la imagen, consiguiendo transmitir una primera impresión positiva y exitosa.
La puntualidad
Para muchas personas, la puntualidad es un detalle de suma importancia y a tener muy en cuenta. Retrasarse en un evento puede provocar una muy mala imagen por nuestra parte. Procurar salir con suficiente antelación para llegar a tiempo, siempre ayudará a causar una buena impresión y a mostrar interés.
De este modo, podemos afirmar que, aunque la organización de eventos conlleva una gran cantidad y variedad de pormenores adicionales y de posibles problemas a valorar y solucionar, la correcta asunción y realización de las normas protocolarias más básicas nos puede conducir a un éxito rotundo y conseguiremos dar una buena imagen y obtener una buena comunicación con las demás personas, empresas, fundaciones o instituciones.
FORMACIÓN RELACIONADA: Máster en Relaciones Públicas y Protocolo