Desde que nacen, los bebés son capaces de percibir algunas emociones de los demás y tienden a los contactos corporales. Su desarrollo socio emocional comienza con la necesidad de exploración, necesidad de afiliación (relacionarse con otras personas) y el apego (anteriormente mencionado).
Entre cero y tres años surgen los procesos mentales de socialización más importantes: reconocer a las personas, a uno mismo o misma, y descubrir el rol que va a desempeñar.
El niño o la niña desde que nace es un ser social, pero hay que ayudarles en su desarrollo a adquirir habilidades sociales, a entender y aprender las normas de conductas aceptables.
En la edad 0-3 meses se manifiestan más emociones que sentimientos. Según va creciendo aumentan los sentimientos y disminuyen las emociones, al tiempo que se va aprendiendo a controlarlos.
El término afectividad engloba al campo de las emociones y los sentimientos.
- Emociones: estados afectivos agudos acompañados de mayor o menos repercusión orgánica poco duraderos, por ejemplo el miedo.
- Sentimientos: estados afectivos duraderos y persistentes de matices suaves, asociados a recuerdos, ideas o contenidos culturales, por ejemplo el amor.
Ya desde el momento del nacimiento aparecen las emociones negativas que se caracterizan por tensión muscular, llanto, dificultades respiratorias, etc. A los dos meses comienza a desarrollarse la afectividad y ya se pueden observar algunas de las emociones básicas como por ejemplo: tristeza, alegría, amor, miedo e ira, que no están ligadas exclusivamente a necesidades fisiológicas sino que también son provocadas por el mundo que le rodea.
- La alegría: La alegría y el gozo aparecen definidos hacia los dos meses de edad y desencadenado básicamente por la presencia del rostro humano (no necesariamente el rostro de los progenitores sino cualquier rostro). También producen gozo y alegría caricias y cosquillas. Reconocerse en un espejo solo le producirá alegría a partir del año.
- La cólera o ira: Aparece hacia los tres meses y es anterior al miedo. Entre el año y el año y medio se manifiesta en forma de pataleos.
- El miedo: Es difícil de distinguir de la ansiedad, que es más primaria e instintiva. El miedo supone aprendizaje, aunque hay diversidad de opinión respecto a esto. La primera reacción de miedo aparece sobre los ocho meses cuando la ausencia de las personas cuidadoras le produce ansiedad y miedo a perder su atención y cuidados.
- El afecto: Entre los ocho o nueve meses ya se aprecian manifestaciones de afecto con el adulto, sobre todo con sus progenitores. El afecto hacia los iguales se desarrollará sobre los 18-24 meses. Paralelamente al afecto pueden aparecer los celos.
- La tristeza: Surge cuando no se satisfacen las necesidades básicas del niño y está muy unida a las emociones de miedo y cólera. No será tristeza si está unido a malestar físico exclusivamente, por ejemplo si esta malito y le duele algo.
A partir de los dos años, la afectividad va desligándose del momento presente y se encamina hacia la autonomía afectiva, a través de la construcción de su propia identidad y las relaciones con el exterior. Para ampliar la información sobre las emociones y sus funciones os dejamos el acceso a un post anterior; Las emociones: concepto y funciones.
Socialización con iguales, un recurso del desarrollo socio emocional
El niño o la niña, a través de la interacción con los otros, aprende a conocerse a sí mismo o misma, construye su representación del mundo y adquiere las destrezas necesarias para integrarse en la sociedad que son fundamentales para su desarrollo socio emocional. Al principio las relaciones sociales son exclusivamente en el círculo familiar, pero poco a poco se van ampliando.
En el proceso de socialización con iguales se diferencian las siguientes etapas:
- Desde el primer hasta el segundo año. El interés que muestra por los iguales es curiosidad, por lo que la actividad es aún solitaria. Trata a los demás como objetos y, por eso, les puede llegar a hacer daño pero sólo con la intención de explorarlos y conocerlos.
- Alrededor de los tres años les gusta estar juntos en grupos de dos-tres aunque no existe colaboración entre ellos. Están aún en una etapa egocentrista y al niño o la niña le resulta muy difícil ponerse en el lugar del otro, igualmente las dificultades que tienen en el uso del lenguaje provocan problemas de comunicación que dificultan la colaboración.
- Entre los cuatro y los cinco años se produce una ampliación en el grupo relacional, ahora son de 4-5 integrantes y el juego se torna asociativo. Se tienen en cuenta los deseos de los demás y se empieza a realizar un juego en colaboración, aunque aún sin normas claras.
- Entre los seis y siete años ya hay colaboración consciente y aparecen reglas y normas de grupo.
Nos gustaría conocer tu opinión al respecto y si este post te ha ayudado a comprender mejor los procesos por lo que el menor debe pasar para conseguir un desarrollo socio emocional adecuado, ¡No olvides comentar!
2 comentarios
Super interesante cada articulo
¡Muchas gracias! Siempre intentamos escoger temas interesantes sobre los que merezca la pena profundizar, ¡nos alegra que te haya gustado!