Aunque es habitual creer que el Coaching proviene de las experiencias prácticas en el ámbito deportivo o el management, esta metodología tiene diversos antecedentes fundamentándose en conocimientos teóricos y prácticos dependientes de, entre otros, la psicología, la filosofía o la educación.
De entre las diversas influencias psicológicas destacamos:
El cognitivismo
Se trata de una corriente psicológica enfocada al estudio de la cognición. Surge como corriente psicológica enfrentada al conductismo. Desde la corriente conductista la cognición no puede ser estudiada, la llamada “caja negra”.
Por su parte, el cognitivismo hace uso de procesos mentales para explicar la conducta poniendo énfasis en la influencia que el procesamiento de la información tiene sobre la conducta, afirmando que el individuo compara la información nueva con un esquema o estructura cognitiva preexistente y las situaciones nuevas se interpretan a la luz de lo que ya se ha aprendido. Por ejemplo, los postulados silenciosos, como “debo triunfar en todo y siempre” que representan interpretaciones personales de la realidad que condicionan los comportamientos de las personas.
El coaching tiene en cuenta los procesos cognitivos: memoria, percepción, atención, razonamiento, creatividad, atribuciones,… y la capacidad del sujeto para procesar la información de acuerdo a su propia iniciativa. Los procesos de coaching parten de la base de que cualquier persona tiene libertad, responsabilidad y autonomía para desarrollar estos procesos cognitivos de forma consciente.
El proceso del coaching ayudará a identificar, cuestionar y valorar pensamientos y comportamientos para posteriormente redefinir las conductas y relaciones de manera más eficaz y útil.
El enfoque sistémico
El enfoque sistémico procede de tres grandes corrientes: la teoría general de sistemas, la cibernética y la teoría de la comunicación.
Según la teoría general de sistemas, cada elemento de un conjunto dinámico está determinado por el estado de cada uno de los demás que lo configuran y así, cualquier cambio en un elemento del sistema afectara a los demás. Igualmente, un mismo efecto puede responder a distintas causas ya que hay una permanente interconexión entre los componentes de un sistema.
De la cibernética, la ciencia que estudia el funcionamiento de los sistemas destaca el concepto de homeostasis, es decir, la autorregulación y mantenimiento de una relativa constancia entre el elemento y su entorno. Se determina que cualquier conducta de un miembro de un sistema se transforma en información para los demás hablándose de feedback positivo o negativo según que las acciones favorezcan o dificulten la corrección de acciones.
La teoría de la comunicación, uno de cuyos máximos representantes es Watzlawick que define la comunicación como “un conjunto de elementos en interacción en donde toda modificación de uno de ellos afecta las relaciones entre los otros elementos”
Para el coaching el paradigma sistémico es clave ya que, aunque en ocasiones se contemple desde una perspectiva lineal simple, el proceso que se sigue debe ser global e interactivo. Así, los elementos deben ser abordados de forma conjunta, no puede ser aislado, sino que tienen que verse como parte de un todo y, por tanto, el objeto de estudio en los procesos de coaching es el contexto en el que se desenvuelve el individuo.
El enfoque humanista
El enfoque humanista acentúa la importancia de la subjetividad y la experiencia singular del individuo. El enfoque humanista constituye la tercera fuerza en la psicología junto con el psicoanálisis y el conductismo.
Destacan las ideas de Roger: cada persona vive y construye su personalidad a partir de ciertos objetivos y el objetivo más alto sería ser feliz, autorrealizarse. Y el único modo de autorrealizarse es aceptarse a sí mismo y mostrarse a los demás y frente a sí mismo tal y como es.
Así, las teorías psicológicas humanistas, al igual que el coaching, se basan en la importancia de que el hombre consiga los objetivos que se proponga, para lo cual tomara sus propias decisiones, partiendo de la base de que la persona puede decidir por sí mismo.
Psicología emocional
La psicología emocional es la rama de la psicología encargada de analizar las emociones, ver como estas afectan a la calidad de vida y la manera de controlarlas para alcanzar el bienestar.
Se entiende por emoción una experiencia multidimensional con al menos tres sistemas de respuesta: cognitivo/subjetivo, conductual/expresivo y fisiológico/adaptativo y por tanto, el papel que juegan las emociones es básico tanto en lo que respecta a la percepción del contexto como a la conducta personal y a su desarrollo como persona.
Las influencias de la psicología emocional a la práctica del coaching son numerosas ya que, aunque el rol de las emociones en la toma de decisiones y en la ejecución han sido menospreciado, tanto el bienestar emocional como el reconocimiento de las implicaciones conductuales de las emociones propias o ajenas son básicas para la creación de un ámbito relacional o personal positivo.
El psicoanálisis
La teoría psicológica que fundó Freud, el psicoanálisis, constituye un método de investigación y tratamiento de los desórdenes psíquicos que, a pesar de centrarse en los procesos mentales inconscientes, ha influido en el coaching a través de la utilización de dos de sus técnicas: la asociación libre y el análisis de transferencia.
La asociación libre se utiliza en los procesos de coaching cuando el cliente habla libremente sobre las cuestiones que le preocupan siendo la actitud del coach de escucha activa y, en ningún caso, sin evaluación. El objetivo de esta técnica es lograr una comprensión global de la situación personal o contextual objeto de cambio.
Por su parte, a través del análisis e interpretación el psicoanálisis motiva al paciente para obtener una autorreflexión de la influencia del pasado sobre su desempeño presente capacitándolo para trabajar a través de los viejos conflictos en su crecimiento emocional y personal. Esta técnica, desde los procesos de coaching, incide en la necesidad de que el cliente tome conciencia y de sentido a los modos relacionales y a los comportamientos recurrentes en su vida social, personal o profesional.