La opción metodológica de “talleres” es una buena forma de abordar la intervención con personas adultas desde un punto de vista educativo, ya que utilizan un modelo de enseñanza más libre que el de otros procesos de aprendizaje tradicional.
Se caracterizan por combinar aspectos teóricos y prácticos entre los que se incluyen la investigación, el trabajo en equipo y el aprendizaje por descubrimiento. La diferencia con respecto a cursos más tradicionales radica en que existe una alta participación por parte del alumnado, pero sin llegar a perder la figura central del monitor o formador quien va dirigiendo el proceso formativo.
Claves para que el taller educativo resulte un éxito sesión a sesión
Para que un taller educativo tenga éxito, resulta de vital importancia recordar una serie de aspectos clave de cara a las sesiones que se vayan a realizar:
- Explicar los objetivos de la sesión: el grupo debe saber qué esperamos conseguir y en cuánto tiempo. Hay que tratar de relacionar los objetivos con las demandas de los propios participantes, siendo aconsejable tenerlas en cuenta en la planificación de las sesiones para fomentar su implicación.
- Recordar los principios del aprendizaje en adultos: las expectativas y motivaciones de los adultos a la hora de aprender son distintas a las de los niños. Es importante que se respeten sus opiniones previas, pues muchos de estos talleres les proporcionan la oportunidad de re-aprender sobre un tema en base a su experiencia.
- Permitir la resolución de problemas y fomentar la participación activa: otra de las claves consiste en involucrar a los participantes en todas las etapas del taller. Para ello se les invita a preguntar y debatir en grupo, dejando que sean ellos quienes resuelvan sus diferencias y las dificultades que surjan. Se recomienda crear un ambiente relajado que fomente el aprendizaje y distribuir las sillas de forma circular, para favorecer la participación.
- Aportar una información relevante y práctica: los talleres exitosos, además de promover una participación activa, brindan a los presentes la oportunidad de adquirir conocimientos, capacidades y aptitudes.
- Cambiar las actividades y el estilo: el taller debe llevar un ritmo que permita mantener la atención del grupo e incluya a todas las personas, tanto las que tengan un ritmo de aprendizaje rápido como las que progresen más lentamente. No es aconsejable dar una gran cantidad de información en poco tiempo.
- Resumen de la sesión y feedback grupal: una vez terminada la sesión, es hora de que los participantes puedan sintetizar los puntos tratados. Un recurso muy útil consiste en pedirle a uno de ellos que haga un resumen de la sesión, para así comprobar el grado de comprensión. Finalmente, se puede solicitar un feedback al grupo sobre los objetivos del taller y las posibles mejoras de cara al futuro.
Ya solo queda disfrutar de las actividades, pues es importante transmitir una actitud positiva y alegre que haga que los miembros del grupo sean capaces de pasárselo bien a la vez que aprenden durante el proceso.
¿Has participado en algún taller educativo para adultos? ¿Qué opinas sobre estos consejos? Comparte tu experiencia con nosotros y deja un comentario, ¡tu opinión es muy importante!
2 comentarios
hola, me llamo Fabiana de uruguay, presido una asociación sin fines de lucro, abocada a personas en cituación de discapacidad, abordamos la inclusión participativa desde el desarrollo personal, familiar y social, y quisiera saber si uds me apoyarían con material para realizar talleres educativos, laboral, de información y mucho más, este pedido es porque somos muy recientes y recién estamos tratando de armar un taller educativo, agradesco mucho vuestra atención.
Buenas tardes Fabiana, ¡Por supuesto, nos encantaría conocer tu proyecto! Si quieres puedes escribirnos a comunicacion@divulgaciondinamica.es y nos presentas tu proyecto. Estaremos encantados de echarte una mano en lo que necesites. ¡Un saludo!